No era el momento, Presidente.

Por Javier Yacoy

Análisis de una decisión desafortunada.

 

No era el momento, Presidente. En una Argentina marcada por la desigualdad y la pobreza, con familias luchando por salir adelante, muchos aún habitando en la misma realidad de las calles que rodeaban su celebración en el Luna Park, no era el momento. La presentación de su libro podría haberse llevado a cabo en un ambiente más íntimo, en un acto más sobrio y centrado que entiendo, no lo caracteriza, pero ahora es Presidente. No era el instante para celebrar en medio de la angustia y las carencias de tantos argentinos, no era el momento para regocijarse mientras tantos luchan en la dificultad diaria, no era el momento para elogiar a sus ministros cuando aún estamos en un comienzo incierto, en un país lidiando con una alta inflación que nos afecta a todos.

 

Será el momento cuando todos tengamos una verdadera oportunidad, cuando el acceso a una vivienda digna sea una realidad (de verdad) para todos los argentinos, cuando la prosperidad sea compartida por toda la sociedad. Será el momento en que la economía se estabilice y la inflación se reduzca significativamente. Ese será el momento adecuado para las celebraciones. Ayer no era ese momento.

 

Pero reconozco su trabajo y esfuerzo, apoyo los cambios y reformas que ha impulsado en estos meses. Mantenga esa alta imagen positiva que hoy lo respalda, siga adelante con determinación y enfoque. No defraude a quienes confiaron y confían aún en usted. Los cambios positivos que hemos sentido en estos meses marcan un camino esperanzador para el futuro de nuestro país. Evitemos las elaboradas celebraciones y espectáculos, lo que necesitamos es a un presidente comprometido y centrado en el bienestar de todos los ciudadanos. Para lo ordinario y vulgar, tuvimos al «Capitán Beto».