SAN ANDRES DE GILES SITIO OFICIAL!
San Andrés de Giles amaneció este martes con un escenario que sorprendió —y molestó— a muchos vecinos: carteles con consignas como “SAN ANDRÉS DE GILES CON CRISTINA”, “MAGNETTO MAFIOSO” y “NO JODAN CON CRISTINA” aparecieron pegados durante la madrugada en distintos puntos de la ciudad. La intervención, claramente organizada, despertó el rechazo de gran parte de la comunidad local, que manifestó su enojo por lo que consideran una apropiación política del espacio público sin consentimiento social.
Los mensajes surgieron justo en la misma semana en que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue condenada a seis años de prisión domiciliaria e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, luego de un extenso proceso judicial que se prolongó por más de 17 años y que involucró a múltiples instancias de la Justicia argentina.
La causa, impulsada en 2008 por una denuncia del entonces director de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, pasó por las manos del juez Julián Ercolini y los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahíques, y atravesó varios tribunales antes de llegar a juicio oral. Finalmente, el Tribunal Oral Federal N° 2 dictó la condena, la cual fue ratificada por la Cámara de Casación y luego por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que rechazó el planteo de la defensa.
La reacción en Giles no tardó en hacerse sentir. “Nosotros también somos pueblo, no solo ellos”, fue una de las frases que se escucharon entre vecinos indignados por lo que interpretan como una expresión partidaria que no representa al conjunto de la sociedad local, ni respeta el fallo de una Justicia que, en este caso, actuó con solidez y exhaustividad.
Si bien aún no se identificó públicamente a los responsables de la pegatina, se presume que detrás de la acción hay agrupaciones políticas locales vinculadas al kirchnerismo. Algunos vecinos comenzaron a quitar los carteles por su cuenta, mientras otros aún permanecen visibles.
En tiempos donde las divisiones políticas parecen crecer en lugar de cerrarse, el reclamo de muchos gilenses apunta a una convivencia más respetuosa y a que no se utilice el nombre de la ciudad para fines que claramente no representan a todos
